¿Cómo pasar del boca a boca a la generación automática de ingresos?
Si crees que hacer que te compren de forma recurrente, es solo un privilegio de grandes marcas, descubre cómo conseguirlo para tu negocio, sin seguir perdiendo tu tiempo, tu esfuerzo y tu dinero.
Pero antes déjame contarte una historia
Cuando comencé a trabajar en el mundo del marketing no distinguía entre la delgada línea de “tener clientes” y la de “tener clientes de calidad”.
Después de formarme como Consultor de Marketing Online, seguido de tres programas de alto impacto en marketing digital, creía tener todo lo necesario para vivir del negocio de la consultoría y el diseño web.
Cuando la verdad es que dependía tanto o más del boca a boca de lo que lo hacían mis clientes.
El error de las empresas que tienen una página en internet y ya se piensan que cotizarán en bolsa.
Fue así como, a medida que desarrollaba cada proyecto, descubría que:
- Una página web con un diseño de la pera, sin una buena estrategia de marketing, posicionamiento y ventas es igual de útil que un cenicero en una moto.
- Los vendedores promedio únicamente realizan dos intentos para llegar a un potencial cliente, cuando en realidad un 80% de las ventas requieren, al menos, de cinco impactos.
- Puedes invertir en SEO, publicidad y redes sociales para “ganar visibilidad” y seguir obteniendo resultados mediocres porque no estás alcanzando a tus potenciales compradores.
Así fue como logré para los clientes de mi agencia lo mismo que conseguí para mí:
- Una forma automatizada de generar ingresos, sin formar parte de ningún esquema piramidal.
- Tiempo de calidad para dedicarlo a lo más importante, en lugar de estar apagando fuegos en un negocio que no camina por sí solo.
- Un incremento de la facturación, que no del trabajo, pues es posible escoger los proyectos con los que sí te sientes agusto.
Y aunque todavía no trabajo desde las Maldivas, ni peso el dinero en lugar de contarlo, sí que he comenzado a tener una vida más tranquila.
- En la que me despierto con la satisfacción de hacer lo que me gusta y de ganar el dinero que quiero y que merezco (aunque siempre se puede hacer más).
- En la que no me preocupo por mirar cómo va la agenda, porque va llenándose sola.
- En la que no me quemo los ojos delante del ordenador como un alma en pena, a la espera de que alguien me contacte por la recomendación de algún cliente.
Pero lo más importante es que tú también podrías conseguirlo.
El arte de filtrar clientes:
Del colador de pasta al embudo
Sí, sí. De eso es justo de lo que se trata.
Antes, mi proceso de filtrado de clientes era semejante a la de un colador de pasta.
No es que tuviera muchas opciones para seleccionar a los proyectos que me gustaban y dejar de lado los que no.
Y yo no quería un colador, quería un embudo.
Un embudo es el esquema que representa el proceso durante el cual un potencial cliente pasa a convertirse en comprador de tus productos o servicios.
Vamos, cuando se decide por ti en lugar de tu competencia.
Pero esto no ocurre gracias a la providencia, ni a las fórmulas, ni a las estrellas fugaces.
Es solo la consecuencia de generar impactos en tus potenciales compradores, a través de todos los canales en los que se encuentren, haciéndoles sentir que es “el destino, guiándolos hacia ti”.
Y que por eso eres la mejor opción por la cual deben decidirse.
- Te encuentran a través de un anuncio en Google o en redes sociales, quizás en una publicación en social media o un artículo de blog.
- Cotillean en tus páginas y se encuentran con esa información con la que se sienten identificados, en las que hablas su mismo idioma.
- Se van a pensar en lo que han leído y se encuentran contigo de nuevo, en un re-impacto publicitario, que ellos interpretarían como un designio divino.
- Pasan de no conocerte de nada a sentir que te conocen desde siempre, por lo que es más fácil que cliquen sobre el botón de “comprar”, “contactar” o “agendar llamada”.
Sin tener que ser una empresa trasnacional para poder estar en la mente de tus clientes, porque ya la publicidad más potente no está en los medios tradicionales.
Sino en internet.
Y así como ha cambiado la forma de hacer publicidad, también ha cambiado la forma de vender.
La clave está en tener la conversación adecuada, en el lugar indicado con el cliente correcto, una y otra vez
Un momento tras otro.
Un momento.
Tras otro.
Y así, conseguir que ese cliente que te ve en todas partes sienta que ya sabe quién eres. Eso ya es motivo suficiente para que se decida por ti.
¿Te imaginas conseguirlo para tu propia empresa?
Solo tienes que agendar una llamada personalmente conmigo y te diré si puedo ayudarte.
Sin letras pequeñas.
Sin que tengas que venderle tu alma al diablo.
Ni tener que intercambiar un riñón por tener un negocio exitoso.
¿Cómo de caro es ese servicio?
Depende.
¿A cuántos clientes quieres impactar? ¿En qué canales se encuentra tu audiencia? ¿Tu producto o tu servicio son de calidad?
Cada caso es diferente y por eso se necesita una sesión de diagnóstico y un presupuesto personalizado.
Los únicos tres pasos que te separan de tener un negocio en el que todo marche en automático son:
- Clicar en el botón de abajo del todo.
- Llenar el formulario.
- Saber si mi equipo y yo somos los indicados para ayudarte en lo que necesitas.
Si la respuesta es sí.
Diseñaremos un presupuesto personalizado en el que contemplaremos:
- Sesiones estratégicas que hagan falta.
- Diseño de landing pages (registro, gracias, venta), dependiendo del servicio.
- Los copys de las páginas que necesites.
- La publicidad.
- Secuencia de emails a través de GetResponse
Si la respuesta es no.
Pues habrás resuelto la duda de si este servicio era lo que te separaba de captar estos clientes de forma predecible y sin necesidad de estar pendiente de nada, porque todo estará automatizado.
¿Te imaginas poder centrarte en lo tuyo y que otros se encarguen de esa parte técnica y operativa que genera tantos dolores de cabeza?
